Comunicándonos Efectivamente en Comunidad
Finalizó el 9 Ago 2020
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Descripción completa del curso
La comunicación es inherente al ser humano que un ser en relación, creado para vivir en conexión consigo mismo, con la naturaleza, con Dios y con los demás. Nacemos con esta capacidad que es un arte cuyo desarrollo depende de nosotros pues nuestras debilidades obstaculizan las interrelaciones con los demás. El hablar efectivo sólo se logra cuando es seguido de un escuchar efectivo. La comunicación se basa principalmente en el escuchar que es la necesidad más profunda de la persona y el factor fundamental del lenguaje. Hablamos para ser escuchados. El escuchar valida el hablar y da sentido a lo que decimos. Para lograr comunicarnos, se requiere escuchar con espíritu comprensivo, permitiendo que los demás hablen sin emitir juicios y utilizando el recurso de las preguntas. Estas actitudes crean espacios de confianza que hacen posible encuentros que humanizan y dignifican. El papa Francisco nos invita a formar una iglesia cercana, una casa abierta como una madre de corazón abierto (EG 46), para que seamos discípulos y misioneros que propician la cercanía y el encuentro con los demás. Por lo tanto la comunicación interpersonal y todas sus habilidades constituyen una competencia crítica de cualquier líder. Cuanto más exploremos nuestras fortalezas y nuestras áreas de oportunidad, obtendremos mejores resultados en la calidad de las relaciones. Por esa razón, el curso ofrece herramientas para escuchar activamente, observar a las personas y las situaciones; formular preguntas que fomenten el conocimiento y la relación interpersonal a través del feedback. Brindará a los participantes varios recursos para actuar con corresponsabilidad y utilizar un lenguaje que dé poder e incremente la eficacia de la expresión del pensamiento y de la emoción, evitando el uso de palabras y frases que resten poder a lo que se transmite. Y finalmente se invitará a establecer compromisos de actuación de acuerdo a las conductas aprendidas. Los mismos se pondrán en práctica en las relaciones cotidianas familiares, en el trabajo, en la parroquia, entre otros espacios de ejercicio de la capacidad de escucha, de empatía, para lograr comunicaciones asertivas.
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